jueves, 3 de marzo de 2011

F.I.N. (Fumándome Incansablemente la Nada)

Cada vez que pienso en cómo se terminaron las cosas, lo veo como un proceso bastante breve. Quizá me pareció breve en comparación con el tiempo que pasamos juntos: unos nueve años en total, con convivencia incluida.
Pasa que yo también descubrí que con mi ex fue todo en equipo. Incluso su final. Viendo a la relación como una soga, él la cortó bastante; y la dejó así, a medio cortar durante casi un mes. Luego vino la 2da oportunidad, que duró una semana innecesaria, y concluyó en mis solitarias y fascinantes vacaciones, donde se cortó prácticamente todo, pero dejando aún un hilito muy fino de contacto, y del que cada tanto alguno de los dos tiraba; lo cual me terminaba haciendo pelota… Hasta que un glorioso día de diciembre, a unos 600 km de distancia, corté el hilito que quedaba de un tajo, sin dolor, como una curita que se arranca de golpe, pero con una fuerza que parecía la necesaria para cortar acero con un Tramontina. Fue por mail, no tenía ganas de gastar en una llamada de larga distancia, tampoco tenía ganas de escuchar su voz, ni de escucharlo disimular delante de su nueva chica… No me venía la pantomima. Ya no.
Y así fue, como si nada, se terminó. Yo no quería saber más nada de él, y él decía que mi actitud le hacía mal. Me borró y bloqueó del Facebook y del Messenger. A los pocos días hizo lo propio con todos mis amigos, cosa que no compartí ni imité, yo no pensaba borrar a nadie. Era él el que tenía cola de paja, yo estaba segura de haber hecho las cosas lo mejor posible, incluso para los dos, no sólo para mí. Pero bueno, así se dieron las cosas.
Él se había enganchado con alguien a la semana de separarnos. A la semana! Es un chiste eso… Ni duelo tuvo… No me lo creí ni un poquito. Pero ya no me interesaba confirmar mis sospechas; dijera lo que fuera, no se lo iba a creer…
Lo nuestro ya era historia.
Y así empezó mi propia historia… De aprendizaje, de independencia, de autoconocimiento, de citas, de abstinencia, de ayunos, de gimnasio, de chatear hasta altas horas de la madrugada, de escuchar música a más no poder, de desafinar en la ducha, de Facebook casi permanente, de visitar todos los días a un amigo distinto, de ser baby sitter de las mascotas de todos mis conocidos, de tazas sucias abandonadas hasta el fin de semana, de mover los muebles cada quince días, de mi mesa roja de diseño, de mi dificultad para llegar a fin de mes, de imaginarme con alguien mejor, de soñar con estar bien sola. Y quererme así, como soy.
Y si bien ha sido duro, no ha resultado tan difícil la verdad.

Buen finde súper requete largo!!

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