viernes, 16 de diciembre de 2011

Mmmmmmmm... Ok!

Esto me pasó hace unos meses ya, pero unas circunstancias recientes me lo han recordado. Van a poder imaginárselo con facilidad...

Lo voy a resumir con unas preguntas: ¿Cómo puede ser que una pueda estar durante meses sin un perro que le ladre, una sequía nefasta; pero en cuanto el candidato ideal se presenta, todos los muertos que una tiene boyando por ahí renacen de sus cenizas y se hacen presentes, de las formas más ocurrentes: desde el clásico "te extraño", al inaceptable "dejaste una factura del cable sin pagar", pasando por el básico "¿qué hacés esta noche?" Alguien que me lo explique, por favor. ¿Acaso se huelen a la distancia, cual depredadores de la sabana africana, más dignos de un documental de National Geografic que de mi linda ciudad? ¿Disfrutarán leyendo las respuestas escritas con el mayor disimulo y respeto posible, ocupándose de no herir al otro o sonar agresiva? ¿O será que les gusta sufrir y anhelar aquello que ya está fuera de su alcance? ¿O no pueden resistir el desafío de recuperar lo que en otro momento rechazaron?

 En definitiva, ¿¿¿son sádicos, masoquistas, o simplemente unos malnacidos???
De momento, claramente, son lo menos....

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Thanx!